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Rol libre Jeann reto.
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Rol libre Jeann reto.
Jannei M.C.Clov.
(Jannei Belit Ul Uruk)
Londres inglaterra, noche.
Datos: Jeann tiene 18 años aunque parezca de 19 o 20, mide 1.65 y pesa 58kg.
El manto nocturno cubría los cielos y la gran musa platinada alumbraba en la oscuridad con aquellos cálidos rayos que guiaban el camino de las personas que habitaban aquella gran ciudad. Entre las lujosas calles de Londres todo parecía ser una noche de fin de semana común y corriente donde los jóvenes se reunían para salir de fiesta, los grandes a jugar y los ancianos descansaban cómodamente en compañía de los infantes, luces, movimiento, sonrisas y gritos llenos de alegría se podría apreciar en cada esquina, en cada calle, en cada mirada, pero más se podría aprecia la femenina figura que captaba la atención de forma fácil de varias personas sin importar edad o género, pues no todos los días se tenía la dicha de poder observar a tal figura, una larga cabellera rubia que sobresalía por aquel intenso color que resplandecía ante el brillo capilar como si fuese creada por hilos finos de oro puro, ante lo sedoso que lucía. Un fino rostro como si con mucho cuidado fuese tallado en porcelana fina ante su tono claro de piel que contrastaban en perfecta armonía con aquel par de orbes carmín que poseía la joven Anunnaki, una figura excepcional bien desarrollada con curvas definidas dándole el porte voluptuoso que muchas mujeres solo conservarían gracias a cirugías costosas, no exagerados ya que a pesar de todo lucia natural su belleza, su ropa era común entre las personas, pero sobre ella aquella blusa blanca de vestir cuyo escote era un tanto notorio, una falda de color negro a juego de unas largas mallas y una chamarra de piel del mismo tono azabache, sus zapatos consistían de dos botines de tacón corto lisos, que daban un aspecto serio y jovial en completa armonía con su joyería, un par de aretes rectangulares de oro puro y un collar sujeto con una correa negra de piel donde la piedra central colgaba otra pieza de oro puro.
Su caminar era tranquilo, su larga melena se movía de un lado a otro a compás del movimiento y la caricia leve del viento, no parecía importarle las miradas, no le importaba cuantas veces le llamaran no respondía su rostro libre de todo maquillaje y firme ante sus notorios colores naturales que daba aspecto de usar de forma ligera pintura aun cuando no era el caso se mantenían impecables mirando su objetivo, el gran Big Ben. Aquel día la descendiente del gran legado Anuunaki sobre Gaia había quedado en reunirse con aquellos grandes líderes del mundo en el parlamento ubicado en Londres, ella había aceptado tal reunión en cuanto se enteró de los fines sociales y políticos con el cual se llevaría a cabo la reunión, después de todo los grandes representantes del mundo buscaban una solución pacifica desde que eran conscientes del gran legado que traía consigo y la facilidad con la que destruiría sus armas.
Jannei no tuvo ningún problema en combinarse con la cultura pues prácticamente ya tenía tiempo viviendo se esa forma, pero su andas se vio detenido cuando alguien le sujeto del brazo. Ella odiaba que le tocasen sin su permiso y esta no sería la primera ocasión, sin mucha prisa regreso su pie avanzado para parecer firme sin voltear a ver a aquella persona y escuchar entre risas.- Hey amiga llevamos mucho gritándote ¿Por qué no vienes a una fiesta con nosotros? Va a estar agradable y ten por seguro que te diviertas.- Jeannei no contesto y solo sonrió mientras aquellos jóvenes parecían desesperar.- ¿No entiendes nuestro idioma linda?- Aquella fue la palabra que esperaba la rubia que comenzó a reírse sin recato aunque no perdía aquella radiante apariencia.- Enkidu.-Los hombres ni tiempo tuvieron cuando una cadena salió de la nada y comenzó a enroscarlos de diversos lados donde los portales le permitían desplazarse, el hombre temeroso le soltó ante el fuerte apretón en sus huesos que producía tan brillante metal que formaba aquel amarre.- Caballeros discúlpenme.- Dijo mientras sacudía con elegantes movimientos su chamarra de aquel lado donde el hombre se había atrevido a tocarle.-Ya tengo una cita planeada.- Con una burlona sonrisa característica de su familia se dio la media vuelta.-Dales una ducha para que se les enfríen las Hormonas Enkidu.- Expreso entre aquella risueña risa mientras retomaba su camino y se escuchaban los gritos ante el brusco movimiento de la cadena para arrojarlos de golpe al gran rio que atravesaba la avenida y por donde inclusive los barcos paseaban.
-Odio que me toquen sin mi permiso…- la cadena se desapareció dejando a varios espectadores anonadados ante tal extraña situación, su camino prosiguió al parlamento y tuvo una llamativa charla amena con los representantes que supieron entender su fuerte carácter basado en la cultura que les mostro, algunos aún estaban renuentes en tener que darle ciertos derechos a ella debido al legado que presidia, otros la llamaban blasfemia ya que su existencia aparte de anular la lógica que muchos decían conocer, anulaba varias religiones. La heredera se las arreglo para dejar a todos a gusto con sus acuerdos para poder respetar su familia, pero eso incluía que las personas del mundo aun no tenían el suficiente raciocinio propio como para soportar tal verdad y por lo tanto solo su existencia por el momento seria conocida ante los altos mandos y ante la sociedad solo sería una joven de familia adinerada que se movía a conocer el mundo como toda joven de su edad. Todo se aria por debajo del agua hasta que se considerase a la sociedad lo suficiente para poder soportar la noticia. Habida quienes le protegerían aparte de su tío de aquellos que deseen borrar a la blasfemia aunque ella no los veía útiles ya que se creía capaz de protegerse sola muy bien pero también sabía que ese mismo miedo que le tenían la llevaría a ser más vigilada. De esa forma termino la reunión y ella caminaba por los pasillos del parlamento en dirección a la salida que le llevaría de regreso a la famosa Londres de noche.
(Jannei Belit Ul Uruk)
Londres inglaterra, noche.
Datos: Jeann tiene 18 años aunque parezca de 19 o 20, mide 1.65 y pesa 58kg.
El manto nocturno cubría los cielos y la gran musa platinada alumbraba en la oscuridad con aquellos cálidos rayos que guiaban el camino de las personas que habitaban aquella gran ciudad. Entre las lujosas calles de Londres todo parecía ser una noche de fin de semana común y corriente donde los jóvenes se reunían para salir de fiesta, los grandes a jugar y los ancianos descansaban cómodamente en compañía de los infantes, luces, movimiento, sonrisas y gritos llenos de alegría se podría apreciar en cada esquina, en cada calle, en cada mirada, pero más se podría aprecia la femenina figura que captaba la atención de forma fácil de varias personas sin importar edad o género, pues no todos los días se tenía la dicha de poder observar a tal figura, una larga cabellera rubia que sobresalía por aquel intenso color que resplandecía ante el brillo capilar como si fuese creada por hilos finos de oro puro, ante lo sedoso que lucía. Un fino rostro como si con mucho cuidado fuese tallado en porcelana fina ante su tono claro de piel que contrastaban en perfecta armonía con aquel par de orbes carmín que poseía la joven Anunnaki, una figura excepcional bien desarrollada con curvas definidas dándole el porte voluptuoso que muchas mujeres solo conservarían gracias a cirugías costosas, no exagerados ya que a pesar de todo lucia natural su belleza, su ropa era común entre las personas, pero sobre ella aquella blusa blanca de vestir cuyo escote era un tanto notorio, una falda de color negro a juego de unas largas mallas y una chamarra de piel del mismo tono azabache, sus zapatos consistían de dos botines de tacón corto lisos, que daban un aspecto serio y jovial en completa armonía con su joyería, un par de aretes rectangulares de oro puro y un collar sujeto con una correa negra de piel donde la piedra central colgaba otra pieza de oro puro.
Su caminar era tranquilo, su larga melena se movía de un lado a otro a compás del movimiento y la caricia leve del viento, no parecía importarle las miradas, no le importaba cuantas veces le llamaran no respondía su rostro libre de todo maquillaje y firme ante sus notorios colores naturales que daba aspecto de usar de forma ligera pintura aun cuando no era el caso se mantenían impecables mirando su objetivo, el gran Big Ben. Aquel día la descendiente del gran legado Anuunaki sobre Gaia había quedado en reunirse con aquellos grandes líderes del mundo en el parlamento ubicado en Londres, ella había aceptado tal reunión en cuanto se enteró de los fines sociales y políticos con el cual se llevaría a cabo la reunión, después de todo los grandes representantes del mundo buscaban una solución pacifica desde que eran conscientes del gran legado que traía consigo y la facilidad con la que destruiría sus armas.
Jannei no tuvo ningún problema en combinarse con la cultura pues prácticamente ya tenía tiempo viviendo se esa forma, pero su andas se vio detenido cuando alguien le sujeto del brazo. Ella odiaba que le tocasen sin su permiso y esta no sería la primera ocasión, sin mucha prisa regreso su pie avanzado para parecer firme sin voltear a ver a aquella persona y escuchar entre risas.- Hey amiga llevamos mucho gritándote ¿Por qué no vienes a una fiesta con nosotros? Va a estar agradable y ten por seguro que te diviertas.- Jeannei no contesto y solo sonrió mientras aquellos jóvenes parecían desesperar.- ¿No entiendes nuestro idioma linda?- Aquella fue la palabra que esperaba la rubia que comenzó a reírse sin recato aunque no perdía aquella radiante apariencia.- Enkidu.-Los hombres ni tiempo tuvieron cuando una cadena salió de la nada y comenzó a enroscarlos de diversos lados donde los portales le permitían desplazarse, el hombre temeroso le soltó ante el fuerte apretón en sus huesos que producía tan brillante metal que formaba aquel amarre.- Caballeros discúlpenme.- Dijo mientras sacudía con elegantes movimientos su chamarra de aquel lado donde el hombre se había atrevido a tocarle.-Ya tengo una cita planeada.- Con una burlona sonrisa característica de su familia se dio la media vuelta.-Dales una ducha para que se les enfríen las Hormonas Enkidu.- Expreso entre aquella risueña risa mientras retomaba su camino y se escuchaban los gritos ante el brusco movimiento de la cadena para arrojarlos de golpe al gran rio que atravesaba la avenida y por donde inclusive los barcos paseaban.
-Odio que me toquen sin mi permiso…- la cadena se desapareció dejando a varios espectadores anonadados ante tal extraña situación, su camino prosiguió al parlamento y tuvo una llamativa charla amena con los representantes que supieron entender su fuerte carácter basado en la cultura que les mostro, algunos aún estaban renuentes en tener que darle ciertos derechos a ella debido al legado que presidia, otros la llamaban blasfemia ya que su existencia aparte de anular la lógica que muchos decían conocer, anulaba varias religiones. La heredera se las arreglo para dejar a todos a gusto con sus acuerdos para poder respetar su familia, pero eso incluía que las personas del mundo aun no tenían el suficiente raciocinio propio como para soportar tal verdad y por lo tanto solo su existencia por el momento seria conocida ante los altos mandos y ante la sociedad solo sería una joven de familia adinerada que se movía a conocer el mundo como toda joven de su edad. Todo se aria por debajo del agua hasta que se considerase a la sociedad lo suficiente para poder soportar la noticia. Habida quienes le protegerían aparte de su tío de aquellos que deseen borrar a la blasfemia aunque ella no los veía útiles ya que se creía capaz de protegerse sola muy bien pero también sabía que ese mismo miedo que le tenían la llevaría a ser más vigilada. De esa forma termino la reunión y ella caminaba por los pasillos del parlamento en dirección a la salida que le llevaría de regreso a la famosa Londres de noche.
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Sáb Jun 25, 2016 11:47 pm por Akari van Helmont
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